La selenita es una piedra semipreciosa reconocida por su belleza translúcida y sus poderosas propiedades energéticas. De tono blanco o ligeramente perlado, su nombre proviene de Selene, la diosa griega de la luna, y no es casual: esta piedra evoca paz, claridad mental y conexión espiritual.
Ideal para meditación, limpieza energética y decoración con propósito, la selenita actúa como un canal de luz pura, ayudando a elevar la vibración de cualquier espacio.
Propiedades destacadas:
Limpieza energética: Purifica ambientes, personas y otras piedras.
Equilibrio espiritual: Potencia la meditación y la conexión con el yo superior.
Decorativa y funcional: Su brillo natural la convierte en una pieza elegante para el hogar o la oficina.
No necesita recarga: A diferencia de otras piedras, la selenita se limpia y recarga a sí misma.
Usos comunes:
Colócala cerca de la entrada para limpiar energías.
Utilízala durante sesiones de meditación o reiki.
Ideal para recargar otros cristales si se colocan encima.
Advertencia:
La selenita es un mineral delicado y soluble en agua. No debe mojarse, ya que puede deteriorarse con el tiempo.

